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sábado, 8 de diciembre de 2012
Mision del Programa de Español
Propiciar un ambiente intelectual, afectivo y social en el que la comunidad escolar y
cada uno de sus miembros colaboren en el proceso de aprendizaje por la construcción de
conocimiento, mediante actividades comunicativas, en las cuales el maestro participe
como modelo, mediador y guía, y el estudiante como agente principal, propiciando así
aquellas experiencias necesarias y significativas que promuevan un desarrollo pleno e
integral.
Me gusta leer
Video para fomentar y motivar la lectura entre sus estudiantes. Maestro, refuerza la lectura diariamente
jueves, 6 de diciembre de 2012
Virgilio Davila - Fiesta de la Lengua
Virgilio Dávila
Cursó la carrera de
Magisterio y en 1890 fundó una Escuela de enseñanza básica y superior en
Bayamón, en la que ejerció la profesión de docente hasta finales del siglo XIX.
Fue alcalde de la ciudad de Bayamón y cofundador en 1909, junto a Dueño Colón,
del semanario Chantecler. Su hijo José Antonio Dávila (1898-1941) fue
igualmente un ilustre escritor lírico.
En 1903 vio la luz su
primer libro de poemas, llamado Patria, un conjunto de retratos líricos
de destacadas personalidades del arte y la cultura puertorriqueña, como José de
Diego, Federico Degetau o Lola Rodríguez de Tió, del paisaje de la isla y de
exaltación romántica del amor. En 1904 fue uno de los escritores que puso letra
a los Cantos Escolares de Braulio Dueño Colón.
En su segunda obra, Viviendo
y amando (1912), se advierte ya la influencia modernista ejercida por la
poesía de Rubén Darío, en especial en cuanto a las formas, y la continuidad en
la temática autóctona (La jibarita, Acuarela...). En 1916 publicó
Aromas del terruño y al año siguiente Pueblito de antes, quizá
sus dos obras más conocidas e impregnadas de costumbrismo local, pero al mismo
tiempo plenamente modernistas en el lenguaje y el aspecto formal. En 1928
publicó Un libro para mis nietos, en el que puso de manifiesto su
capacidad para escribir poesía dirigida al lector infantil.
El maestro
Mi mentor era un viejo de ojos claros y vivos
que al llegar los exámenes a su terminación,
pronunciaba un discurso de muchos adjetivos,
y alcanzaba del pueblo una gran ovación.
Mientras cura y alcalde cobraban sin retrasos
y en duros relucientes la nómina mensual,
el maestro cambiaba sus haberes escasos
por viandas, en la tienda del cacique rural.
El sabía retórica, y sabía latines.
Si cualquiera moría por aquellos confines,
él era fatalmente el fúnebre orador.
A pesar de su celo y labor constante,
por mambí lo tuvieron y dejaron cesante
cuando vino Laureano Sanz de gobernador.
Biografía de
Virgilio Dávila
|
Poeta y maestro puertorriqueño. Dejó
muy claro en sus poesías su amor por su tierra natal. Considerado uno de los
principales representantes del modernismo en su país, también tomó algo del
romanticismo, además de introducir descripciones costumbristas. Su literatura
fue publicada en varios periódicos, siendo sus poemas más preciados Nostalgia
y El maestro.
Amar a la patria y hacerla poema
A Virgilio Dávila se lo considera
como uno de los principales representantes del modernismo en su país; aunque
también en su obra hay dejos del romanticismo (de Víctor Hugo y del mexicano
Díaz Mirón). Pero hay que destacar que Dávila mantuvo desde siempre un estilo
propio, donde la sencillez fue la protagonista. En sus poemas dejó
manifestada su sensibilidad por la cultura nativa. Además, supo introducir
descripciones costumbristas de paisajes y personajes de su preciado país.
Nació en Toa Baja, Puerto Rico, el 28
de enero de 1869. Virgilio, luego de terminados sus estudios secundarios (en
el Instituto Civil de la misma localidad) cursó la carrera de Magisterio,
dedicándose luego a la actividad docente, al igual que su padre que era
maestro. Su hijo José Antonio Dávila (1898-1941) también se destacó como
poeta.
En 1890 fundó en Bayamón una Escuela
de enseñanza básica y superior, en la cual ejerció como maestro hasta finales
del siglo XIX. Asimismo, fue alcalde de esa ciudad y fundador junto a Dueño
Colón, del semanario Chantecler (1909).
En 1903 salió publicado su primer
libro de poemas, "Patria". En 1904 fue uno de los poetas que
escribió la letra de los Cantos Escolares de Braulio Dueño Colón. En su
segunda obra, "Viviendo y amando" (1912), se nota la influencia del
modernismo ejercida por la poesía de Rubén Darío, en especial en cuanto a las
formas y la continuidad en la temática autóctona (por ejemplo, en los poemas
La jibarita o Acuarela).
En 1916 publicó "Aromas del
terruño" y al año siguiente "Pueblito de antes". Ambas obras
son las más conocidas, y quizás en las que más se advierte el costumbrismo
local, pero al mismo tiempo modernistas en el lenguaje y el aspecto formal.
En 1928 publicó "Un libro para mis nietos", con la cual demostró su
capacidad para escribir poesía dirigida al público infantil.
De su obra se pueden destacar los
siguientes poemas: Nostalgia, No des tu tierra al extraño, El maestro, Elegía
de Reyes, La jibarita, El jíbaro, Visión del porvenir, La tierruca, El mangó,
La vuelta a la escuela, Las vacaciones, entre otros.
Fue un poeta prolífico, llegando a
publicar en varios periódicos y otras publicaciones de importancia. Murió en
Bayamón, el 22 de agosto de 1943.
|
Virgilio Dávila fue un poeta puertorriqueño. Nació el 28 de enero de 1869 en Toa Baja. La influencia de sus padres en su interés en literatura
fue muy grande, especialmente porque los dos eran maestros.
Sus experiencias como maestro y agricultor le trajo un inmenso amor por
su patria que se refleja en su poesía. Dávila, es considerado uno de los más
grandes representantes del modernismo en Puerto Rico.
Este gran poeta falleció en Bayamón el 22 de agosto de 1943 y fue enterrado en el cementerio de Porta Coeli.
Un residencial público, una escuela, y una avenida en Bayamón están
nombrados en su honor. También crearon a la compañía Cabrera en su honor.
Obra
- Viviendo y amando (1912)
- Aromas del terruño (1916)
- Pueblito de antes (1917)
- Patria (1903)
- No des Tu Tierra al Extraño (1916
Poemas
- EL BOHIO
Al pie de la
montaña, junto al río,
que le manda
sus cantos en la brisa,
de un
platanar en medio, se devisa
el muy
humilde y rústico bohío.
Es como el
nido del ramaje umbrío
por su
estructura débil y pajiza;
la fe, la
dulce paz, la sana risa
tienen allí
su asiento y poderío
Diome en un
tiempo la visión galana
de tres
mozas que al pie de la ventana
lucían con
sus garbos y primores,
Y en la
gloria del sol, que suave ardía,
el mísero
casucho se veía
como una
cesta rebosando flores.
- NOSTALGIA
Tras un
futuro mejor
el lar
nativo dejé,
y mi tienda
levanté
en medio de
Nueva York.
Lo que miro
en derredor
es un triste
panorama,
y mi
espíritu reclama
por honda
nostalgia herido
el retorno
al patrio nido.
¡Mamá!
¡Borinquén me llama!
¿En dónde
aquí encontré
como en mi
suelo criollo
el plato de
arroz con pollo,
la taza de
buen café?
¿En dónde,
en dónde veré,
radiantes en
su atavío,
las mozas,
ricas en brío,
cuyas
miradas deslumbran?
¡Aquí los
ojos no alumbran!
¡Este país
no es el mío!
Si escucho
aquí una canción
de las que
aprendí en mis lares,
o una danza
de Tavárez,
Campos, o
Dueño Colón,
mi sensible
corazón
de amor
patrio más se inflama
y heraldo
que fiel proclama
este
sentimiento santo,
viene a mis
ojos el llanto...
¡Borinquén
es pura flama!
En mi
tierra, ¡Qué primor!
En el
invierno más crudo
ni un árbol
se ve desnudo,
ni una vega
sin verdor.
Priva en el
jardín la flor,
camina
parlero el río,
el ave en el
bosque umbrío
canta su
canto arbitrario,
y aquí...
¡La nieve es sudario!
¡Aquí me
muero de frío!
La Tierruca
Es el móvil océano gran espejo donde luce como adorno sin igual el
terruño borincano, que es reflejo del perdido paraíso terrenal.
Son de fáciles pendientes sus colinas, y sus valles de riquísimo verdor
van cantando bellas fuentes cristalinas, como flautas que bendicen al creador.
Primavera sus mejores atributos muestra siempre generosa en Borinquén en
sus campos siempre hay flores,siempre hay frutos: !Es Borínquen la mansión de
todo bien!
Aquí nace el puro ambiente que respiro, y se asienta la morada en que
nací, y ése sol resplandeciente que yo admiro, aquí nace,aquí brilla,y muere
aquí.
De mis padres fue la cuna y ella encierra las más sanas afecciones de mi
ser. !Yo no cambio por ninguna ésta tierra donde tuve el privilegio de nacer!
Es el móvil océano gran espejo donde luce como adorno sin igual el
terruño borincano, que es reflejo, del perdido paraíso terrenal.
DON
VIRGILIO nació en
Toa Baja, el 28 de enero de 1869. Falleció en Bayamón el 22 de agosto de 1943,
ciudad donde ejerció como alcalde y también dirigió el semanario Chantecler,
que fundó junto a don Braulio Dueño Colón en el 1909.
Con Dueño Colón y Manuel Fernández Juncos prepararon el libro Canciones escolares. Su hijo José Antonio Dávila siguió sus pasos como poeta.
Su trato como maestro con las nuevas generaciones en Gurabo (junto a su padre) y en Bayamón, y su enlace como agricultor con la madre tierra, despertaron en su interior un inmenso amor a la patria puertorriqueña.
La producción poética de Dávila fue abundante y dispersa en periódicos y otras publicaciones. De lo publicado, sobresalen Patria (1903), Viviendo y amando (1912), Aromas del terruño (1916), (del que incluimos al final de esta página Nostalgia y No des tu tierra al extraño).
También sobresalen sus obras Pueblito de antes (1917), con notas realistas que la convierten en una de atractivo actual, y Un libro para mis nietos que escribió en el 1928.
Don Virgilio se nutrió del romanticismo de Victor Hugo y el premodernismo del mexicano Salvador Díaz Mirón.
Tomó de las corrientes del modernismo sin comprometerse a ella, manteniendo su estilo lírico personal sencillo y diáfano, cuya temática en defensa de nuestra nación, la mantiene hoy día tan relevante y lozana.
Con Dueño Colón y Manuel Fernández Juncos prepararon el libro Canciones escolares. Su hijo José Antonio Dávila siguió sus pasos como poeta.
Su trato como maestro con las nuevas generaciones en Gurabo (junto a su padre) y en Bayamón, y su enlace como agricultor con la madre tierra, despertaron en su interior un inmenso amor a la patria puertorriqueña.
La producción poética de Dávila fue abundante y dispersa en periódicos y otras publicaciones. De lo publicado, sobresalen Patria (1903), Viviendo y amando (1912), Aromas del terruño (1916), (del que incluimos al final de esta página Nostalgia y No des tu tierra al extraño).
También sobresalen sus obras Pueblito de antes (1917), con notas realistas que la convierten en una de atractivo actual, y Un libro para mis nietos que escribió en el 1928.
Don Virgilio se nutrió del romanticismo de Victor Hugo y el premodernismo del mexicano Salvador Díaz Mirón.
Tomó de las corrientes del modernismo sin comprometerse a ella, manteniendo su estilo lírico personal sencillo y diáfano, cuya temática en defensa de nuestra nación, la mantiene hoy día tan relevante y lozana.
NOSTALGIA
Tras un futuro mejor el lar nativo dejé, y mi tienda levanté en medio de Nueva York. Lo que miro en derredor es un triste panorama, y mi espíritu reclama por honda nostalgia herido el retorno al patrio nido. ¡Mamá! ¡Borinquén me llama! ¿En dónde aquí encontré como en mi suelo criollo el plato de arroz con pollo, la taza de buen café? ¿En dónde, en dónde veré, radiantes en su atavío, las mozas, ricas en brío, cuyas miradas deslumbran? ¡Aquí los ojos no alumbran! ¡Este país no es el mío! Si escucho aquí una canción de las que aprendí en mis lares, o una danza de Tavárez, Campos, o Dueño Colón, mi sensible corazón de amor patrio más se inflama y heraldo que fiel proclama este sentimiento santo, viene a mis ojos el llanto... ¡Borinquén es pura flama! En mi tierra, ¡Qué primor! En el invierno más crudo ni un árbol se ve desnudo, ni una vega sin verdor. Priva en el jardín la flor, camina parlero el río, el ave en el bosque umbrío canta su canto arbitrario, y aquí... ¡La nieve es sudario! ¡Aquí me muero de frío! |
NO DES TU TIERRA AL EXTRAÑO
Dios, el mundo concluido, tiróle un beso al azar; y el beso cayó en el mar, y es la tierra en que has nacido. En ella formas tu nido, de amor rendido al amaño; ella un año y otro año te brinda con su tesoro; ella vale más que el oro. ¡No des tu tierra al extraño! Mira sus campos. Arriba es ornato de la loma la breve y fragante poma del café, púrpura viva. Fruto que la mente aviva y es del criollo sostén al par que orgullo. Si hay quien, extraño quiera tu suelo, que no se colme su anhelo por más que te pague bien. De sus llanos la grandeza admira la gente extraña. En ellos canta la caña la canción de la riqueza. Como una enorme turquesa allá el tabacal se extiende. ¡La imaginación se enciende ante ese cuadro admirable! ¡Qué bajo y qué miserable el que su terruño vende! En la playa el cocotero, con su penacho elegante, es asombro al navegante y tentación al logrero. No des por ningún dinero tu pedazo de verjel, que eres tú patriota fiel y de legítimo cuño, y el que vende su terruño vende la patria con él. |
La Palma Real
Poemas de Virgilio Dávila
Isla del Encanto
Puerto Rico, Poesía Puertorriqueña
Poemas de Virgilio Dávila
Isla del Encanto
Puerto Rico, Poesía Puertorriqueña
La trulla
©Andrés Díaz Marrero Suena
el cuatro con dulzura,
vibra de alegría el güiro,
brota del pecho el suspiro
que la música conjura.
La noche estrellada y pura
nos cobija con su manto.
Se oye el melodioso canto
del trovador que improvisa
versos, que nuestra alma hechiza
y alejan todo quebranto.
Aguinaldos parranderos,
en rutilante alharaca
la Noche Buena destaca,
sazonada de luceros.
Son acordes bullangueros
que anuncian la Navidad.
Tiempo de felicidad,
de aspirar a lo mejor,
de compartir con amor
nuestra buena voluntad.
Pausa alegre en nuestras vidas,
donde el alma se despoja
de tristezas y congojas
y se sanan las heridas.
De colores encendidas
las flores llenan de aroma
las veredas de la loma
por donde vamos pasando
y alegre vamos cantando,
mientras la luna se asoma.
La trulla llena de gozo
llega a la casa vecina.
La espinela bella y fina
alimenta su alborozo.
Lleva el aliento amoroso
y un mensaje de bondad
que predica la amistad
entre todos los vecinos
con el deseo genuino
de una feliz Navidad.
donde el alma se despoja
de tristezas y congojas
y se sanan las heridas.
De colores encendidas
las flores llenan de aroma
las veredas de la loma
por donde vamos pasando
y alegre vamos cantando,
mientras la luna se asoma.
La trulla llena de gozo
llega a la casa vecina.
La espinela bella y fina
alimenta su alborozo.
Lleva el aliento amoroso
y un mensaje de bondad
que predica la amistad
entre todos los vecinos
con el deseo genuino
de una feliz Navidad.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Cuento de Navidad
Acercándonos al Pesebre
De: Lourdes González
Sala comedor de una
casa, decorada con motivos navideños.
Entra Patricia llena de paquetes de regalos, luego entra Osvaldo también lleno de paquetes
de regalos. Patricia suspira, tira los
regalos sobre la mesa del comedor y se deja caer sobre los muebles de la sala.
Patricia: Yo te aseguro que esta es la última vez que
me pasa esto. El año que viene compro
todo por correo.
Osvaldo: El año que viene compro una caja de postales
y le echo diez pesos a cada una y van en coche.
Patricia: (Sonriendo) Maceta.
Osvaldo: (sonriendo también) Malgastadora.
Patricia: Bueno, yo
creo que es hora de poner todo esto
debajo del árbol.
Osvaldo: Voy a sacar algunas cosas que aun quedan en
el carro. (Sale)
Patricia: (llamando)) Yolanda, hija, ya llegamos.
Yolanda: (desde adentro) Ya voy mami, estoy ensayando.
Patricia: Esta bien,
¿Dónde esta Tony?
Yolanda: Salió a jugar baloncesto con los hijos de
Claudia.
Patricia: ¿Cuántas veces le he dicho que no me gusta
que se mezcle con esos muchachos? En
cuanto llegue me va a oír.
Osvaldo: ¿Pasa algo?
Patricia: Tony anda jugando baloncesto con los hijos
de Claudia.
Osvaldo: Vaya con el muchacho.
Patricia: En cuanto damos la espalda, sale de casa y se
va a jugar con esos muchachos, y conste que se lo hemos advertido un millón de veces. Pero hoy me va a oír, claro que me va a oír.
Osvaldo: Por lo que veo, esta tarde va a ser una
típica tarde en la familia Torres Santiago.
Patricia: Sin ironías por favor, Ese muchachito tiene que aprender a respetar
las reglas de esta casa.
Osvaldo: Patricia, hoy es nochebuena, deberíamos estar
sintiendo buenos sentimientos y no preparándonos para una batalla campal con
nuestro propio hijo.
Patricia: ¿Ves?
Ahí esta el problema, ¿Cómo
esperas que nuestro hijo respete mis reglas cuando tu mismo me
desautorizas?
Osvaldo: Es que yo no les veo nada malo a los hijos de
esa señora.
Patricia: ¿Y como le vas a ver algo malo sí nunca estas
en casa??
Osvaldo: ¿Qué estas diciendo?
Patricia: Lo que escuchaste.
Osvaldo: ¿Qué yo nunca estoy en casa? ¿Y donde se supone que estoy?
Patricia: Trabajando, le dedicas mas tiempo a tu
trabajo que a nosotros.
Osvaldo: Tienes razón le dedico mucho tiempo a mi trabajo, pero da la casualidad que ese
trabajo te da la ventaja de poderte ir
hoy a las tiendas y traerte medio mall en el baúl del carro.
Patricia: No me saques nada en cara, que la mitad de
eso es para tu familia.
Osvaldo: (suspira) Mira estoy cansado, será mejor que me dé un
baño y me recueste a descansar.
Yolanda: (entrando) Hi, papi, yo creo que vas a tener que dejar
el baño para luego, pues ahora tienes que llevarme a la iglesia, tengo ensayo
final.
Osvaldo: ¿Ahora?
Yolanda: Ahora.
Osvaldo: Pues vamos.
Patricia: Yolanda, ¿A qué hora es el servicio?
Yolanda: A las 8:00 de la noche.
Patricia: Será mejor que traigas algo de comer, como
están las cosas no creo que pueda cocinar algo y estar lista para las ocho de
la noche. Ah, y de paso vas y buscas a
Tony y hablas con él.
Yolanda: Nos vemos luego, mamita.
Patricia: Que te vaya bien.
(Salen, Patricia
acomoda en el árbol los regalos, al terminar va y se sienta en la sala, se
quita los zapatos y se dá masajes los pies adoloridos. Coje el control del televisor y lo prende,
cambia algunos canales y finalmente lo deja en
uno que tiene un himno navideño, al final del himno apaga el televisor)
Patricia: ¿Qué nos estará pasando? Es noche buena, deberíamos estar sintiendo
el espíritu de la navidad. Pero ¿Qué es
el Espíritu de la Navidad?
¿Ese árbol lleno de
regalos? ¿La mesa llena de comida? ¿Una ruidosa fiesta en un lujoso hotel? A nosotros como que se nos perdió y yo no se
como encontrarlo. (Se queda dormida)
apagón
Escena 2
La escena en
penumbras, a lo lejos se oye una canción navideña, Patricia acostada en el sofá
se despierta.
Patricia: Me quede
dormida. ¿Qué horas es? ¡Dios santo, las seis de la tarde! ¿Dónde estará Osvaldo? (Llamando) Osvaldo... Osvaldo... (se levanta y mira por la ventana) No esta el carro. Que raro, hace tres horas que salió a llevar
a Yolanda al ensayo, ya debería estar aquí.
¿Les habrá pasado algo? Voy a
llamarlo... (Va hasta el teléfono y
marca y espera) No hay
comunicación. Esto sí que esta
raro. ¿Y ahora que hago? Ya me estoy empezando a poner nerviosa? OH Dios que no les haya pasado nada malo. (Tocan
el timbre) ¡Gloria a Dios! Deben ser ellos. (Va rápido a abrir la puerta, entra
Claudia) ¡OH, es usted!
Claudia: Lo siento, Señora, pero es que estoy muy
preocupada, mis hijos cogieron pon con su esposo para ir al ensayo de la
iglesia y aun no han llegado.
Patricia: ¿Cómo?
Claudia: Llamé a la iglesia y me dicen que ellos no
llegaron al ensayo, y yo no sé que puedo hacer.
Patricia: ¡Que raro!
Yo también estoy preocupada. ¿Les
habrá pasado algo?
Claudia: Señora, ¿No habrá alguna manera de
comunicarse con él?
Patricia: Ya trate por el celular y no logre nada. Voy a tratar de nuevo. (Va al teléfono, pero al darse cuenta de
que Claudia esta en la puerta sin atreverse a entrar, la invita a pasar) Entre y siéntese, por favor.
Claudia: Gracias.
Patricia: (Trata de llamar pero no consigue
comunicarse) No hay señal, no sé que estará pasando, pero el celular
esta fuera de alcance.
Claudia: ¿Y donde pueden estar? La iglesia queda cerca.
Patricia: Debe ser la época, las líneas están muy
llenas y la comunicación se carga.
Claudia: ¿Qué podemos hacer?
Patricia: No lo sé, ¿dice usted que llamo a la iglesia
y le dijeron que ninguno había llegado?
Claudia: Si y allí también estaban muy preocupados
por ellos.
Patricia: Pues ya somos muchos los preocupados...
(Pausa, ambas
mujeres se miran una a la otra, todavía recelosas, a la Claudia darse cuenta de
que ya no tiene nada que hacer se
levanta para irse)
Claudia: Bueno, Será mejor que me vaya, si sabe algo me avisa.
Patricia: Claudia, por favor no se vaya, estoy tan
nerviosa, tal vez juntas podamos encontrar una solución a esto.
Claudia: Bien
Patricia: Deberíamos llamar a la policía, tal vez allí tengan alguna información.
Claudia: ¿Usted
cree que... ?
Patricia: No lo sé, pero por algún lado tenemos que
empezar. (Se acerca al teléfono y
llama, todo en voz bajita sin que él
publico le oiga) Nada, no hay noticias de ningún accidente.
Claudia: Por lo menos, eso ya es un alivio.
Patricia: ¿Dónde te has metido Osvaldo Torres?
Claudia: Tengo los nervios destrozados, no sé que voy
a hacer. ¡Que mal momento para pasar un
mal rato!
Patricia: Tengo agua de azahar, si quiere le puedo
preparar una poquita.
Claudia: Me parece bien (Patricia sale hasta la cocina y regresa
con un pote de agua de azahar y una jarra con agua)
Patricia: ¿Una cucharadita?
Claudia: Bien.
A esta hora deberíamos estar cenando en casa, para luego partir para la
iglesia.
Patricia: Pues nosotros nos íbamos a tener que
conformar con alguna comida de “fast food”.
Después de estar un día entero de compras, no me sobró tiempo para
preparar la cena.
Claudia: Yo estuve el día entero cocinando. Y ahora no sé si mis hijos llegarán a comerse
toda esa comida. (se le hace un nudo
en la garganta)
Patricia: Nos estamos angustiando antes de tiempo, tal
vez no es nada.
Claudia: Ayer estuve en el ensayo y vi a Yolanda
ensayando, lo hace muy bien.
Patricia: Gracias, yo nunca la he visto.
Claudia: ¿Ustedes no van a la iglesia con ellos?
Patricia: Nosotros íbamos cuando los muchachos eran
unos niños, pero luego cuando ellos crecieron dejamos de ir.
Claudia: Sin embargo
los muchachos aun asisten.
Patricia: Si, a ellos les gusta, le habíamos prometido
ir esta noche. Ya teníamos todo
listo. Aunque ha decir verdad, yo
hubiese preferido quedarme en casa viendo televisión y descansado. Después de estar todo un día de compras a uno
no lo quedan ganas de salir para ninguna
parte.
Claudia: Pero es noche buena...
Patricia: ¿Y que?
Si lo miras con ojos críticos es
una noche como cualquier otra.
Claudia: para mi no,
para mí esta es la noche más especial de todo el año, porque es en esta
noche en que recordamos el nacimiento del hijo de Dios.
Patricia: No hay certeza de que nació ese día.
Claudia: Es cierto, la fecha no es lo importante, lo
importante es la celebración.
Patricia: ¿Sabes una cosa? ¿Ves ese árbol que esta ahí? Esta repleto de regalos.
Invertimos todo el día de hoy en correr como locos en las tiendas
comprando regalos y más regalos para obsequiárselos a la familia. Y lo más gracioso de todo es que la mayoría
de ellos van a parar a gente que apenas vemos dos o tres veces en el año. Aquí hay algo mal, algo que no esta
bien. ¿Cómo es posible que para unos sea una celebración y para otros
una tortura?
Claudia: ¿Qué significa para ti la navidad?
Patricia: ¿El nacimiento de Cristo?
Claudia: Me estas contestando automáticamente.
Patricia: Es cierto, pero ¿Qué te puedo
contestar? No sé dónde se me perdió el
espíritu navideño, pero lo cierto es que desde hace muchísimo tiempo la navidad
no tiene ningún sentido para mí. A veces
quisiera volver a tener cinco años.
Claudia: La inocencia no tiene nada que ver con el
espíritu navideño. El espíritu navideño
es la convicción de que Jesús hizo el mejor regalo del mundo a la humanidad. Todo esta celebración tiene un motivo y es recordarnos que Él, siendo Dios se humilló convirtiéndose en
hombre para así darnos una oportunidad de salvación a los hombres.
Patricia: Reconozco
que estoy muy lejos de Dios.
Claudia: Y porque no aprovechas una oportunidad como
esta para acercarte a el.
Patricia; Y tal vez así pueda sentir nuevamente el
espíritu de Navidad...
Claudia: Acercándote a Dios sentirás primeramente,
perdón, paz, y amor. Con esos tres es
suficiente para que la navidad vuelva a tener sentido en tu vida.
Patricia: Claudia, por favor ora por mí. (Claudia la abraza y ora con ella)
(Suena el teléfono,
Patricia corre a contestarlo)
Patricia: Hola,
¡Osvaldo! ¿Pero que te pasó? Estamos angustiadísimas por ti y los
muchachos... ¿Cómo?... ¡Dios mio!...
Si... Bien... Ahora mismo salimos
para allá. (Cuelga)
Claudia: ¿Qué paso?
¿Están todos bien?
Patricia: Si no
te preocupes, todo esta bien, le dieron
pon a una pareja que encontraron en el camino, y la mujer se puso de parto. Acaban de presenciar el nacimiento de un
hermoso niño.
Claudia: ¡ Que historia tan maravillosa!
Patricia: Ven, vamos a ayudarlos.
(salen)
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